Aparte del buen hacer defensivo de ambas escuadras, el árbitro también fue protagonista: no pitó dos penaltis a favor del Dépor, y anuló un gol legal al Atlético. Con esta victoria, el equipo checo superaba en la clasificación al Atlético y pasaba a los dieciseisavos de final como primero de grupo, mientras que el Atlético lo hacía como segundo. En el partido de ida de la ronda preliminar celebrado en Polonia fueron sorprendidos por las condiciones en las que se encontraba tanto el ambiente como el terreno de juego.