El libro se convirtió en motivo de conversación del mundo civilizado, en gran parte como consecuencia de una reseña de W. E. Gladstone en el The Nineteenth Century. En febrero de 1888 apareció Robert Elsmere, una poderosa novela que traza la evolución mental de un clérigo inglés, de carácter y conciencia sublimes y con inclinaciones intelectuales, obligado a rendir su propia ortodoxia a la influencia de la «Alta crítica».