El 13 de septiembre del mismo año marcó un doblete en la victoria por 0 a 4 ante el Feyenoord. Messi amplió ese resultado en los últimos partidos de La Liga y Copa del Rey (dos ante Córdoba Club de Fútbol, dos contra el Real Madrid y uno frente al Valladolid), de manera que terminó el año con 91 goles, de los que 79 fueron con su club (59 en la Liga, 13 en la Champions, 5 en la Copa del Rey y 2 en la Supercopa), lo que lo convirtió en el máximo goleador absoluto en un año natural del Barcelona.